En realidad, la pregunta está mal formulada. Lo que debemos preguntarnos es si una palabra lleva o no lleva tilde, independientemente de que se usen mayúsculas o minúsculas para escribirla. De modo que sí, se debe colocar tilde en las mayúsculas, siempre y cuando corresponda tildar en función de las reglas de acentuación gráfica del español. Ejemplos: Águeda, África, ATENCIÓN: ÁREA RESTRINGIDA; PERÚ, CÓRDOBA.

¿Por qué muchos usuarios de la lengua creen que las mayúsculas no se tildan?

La confusión tiene que ver con un viejo problema de los imprenteros y de quienes usaban máquinas de escribir mecánicas: estos artefactos no permitían incorporar la tilde con prolijidad. La tilde (representación gráfica del acento) se superponía a la grafía de las propias letras. Frente a esta dificultad práctica, la solución fue también pragmática: por mucho tiempo se decidió no poner tilde en ninguna mayúscula. Con la popularización de nuevos dispositivos tecnológicos –en particular los procesadores de texto para PC– la dificultad desapareció pero no el hábito. De hecho, el diario El país de España no usó tildes en su cabecera hasta 2007.

¿Existen excepciones?

Sí. En el Diccionario panhispánico de dudas de 2005 se introdujo, por primera vez, una excepción. Textualmente se indica allí que “Las siglas presentan normalmente en mayúscula todas las letras que las componen (OCDE, DNI, ISO) y, en ese caso, no llevan nunca tilde; así, CIA (del ingl. Central Intelligence Agency) se escribe sin tilde, a pesar de pronunciarse [sía, zía], con un hiato que exigiría acentuar gráficamente la i”.